Seguimos descubriendo a las escuelas que van uniéndose a la comunidad Surfyspot. Profundizando, charlando y compartiendo su filosofía como expertos en el mundo del surf. Esta semana hablamos con La Vieja Escuela, un club de surf de más de 16 años ubicado en los alrededores de Coruña. La Vieja Escuela ofrece clases de surf en Coruña para todos los niveles y edades.
¿Quién forma parte de La Vieja Escuela?
Mucha gente, desde alumnos de campamentos, deportistas y exdeportistas del equipo de
competición, monitores, entrenadores, amigos, padres. Una pequeña familia que se cuida y se
mantiene desde hace ya más de 16 años. Esta semana hablamos con Mateo, exalumno, y ahora responsable de La Vieja Escuela. Una escuela para todo aquel que quiera aprender y desarollarse como surfisa en el día a día.
¿Cuál es tu historia con el mundo del surf? ¿Cómo y cuándo comenzaste?
Empecé a surfear gracias a mis hermanos mayores, que me introdujeron en este mundo cuando yo solo tenía 6 años si no recuerdo mal. Siempre que ellos iban a surfear me dejaban “jugar” un rato con la
tabla y poco a poco fui aprendiendo, hasta hoy en día.
¿Qué es el surf para ti?
Desde mi principal afición, hasta mi trabajo, el surf lo es un poco todo. La verdad es algo que ha
estado siempre ahí en mi vida, no tengo recuerdos en los que el surf no estuviese presente a lo largo
de ella, y salvo un giro inesperado de los acontecimientos, así lo seguirá siendo siempre.
¿Por qué Galicia, como ubicación de La Vieja Escuela?
Porque somos de aquí, de toda la vida. Es un sitio excelente para aprender y desarrollarse como
surfista en el día a día. Está claro que existen lugares con mejores olas y más cálidos sobre todo,
pero para eso ya existen los viajes. Es un buen lugar para vivir y establecerse.
¿Qué necesita una persona para aprender a surfear?
¡Simplemente ganas! Esta claro que hay cualidades que ayudan a que avances más rápido; agilidad,
conocimiento del medio, práctica de deportes de deslizamiento… Pero como no haya actitud, ganas
y motivación, no vale de nada.
¿En qué se diferencia La Vieja Escuela de otras escuelas?
Creemos que en la familiaridad, cercanía y el cuidado que le ponemos al hacer las cosas; también
somos la escuela más antigua en funcionamiento de la zona. No obstante depende de lo que busque
el cliente existen múltiples opciones y muy válidas.
¿Cuáles son vuestros valores fundamentales?
Ofrecer un buen servicio, cercano y de calidad. Queremos que todo el mundo que pruebe una clase
con nosotros se enganche a este deporte tanto como nosotros.
¿Algún tipo de metodología especial?
Tenemos un método propio desarrollado de iniciación al surf por niveles en el que agrupamos a
cada alumno. Dentro de cada nivel hemos desarrollado ejercicios, tareas, además de identificar los
posibles errores que aparecen en el aprendizaje. Además en nuestro equipo de tecnificación
realizamos entrenamientos personalizados e individualizados a través de distintos objetivos relacionados
con la técnica.
¿Cómo es dirigir una escuela de surf?
Un no parar. Siempre hay cosas que hacer, además de las obvias de organización y día a día. Yo
tengo una lista con cosas que tengo que ir sacando adelante y desde que empecé a trabajar en el
ámbito de organización y dirección de la escuela, ¡aún no he conseguido que quede vacía! Un poco
estresante por momentos, pero si lo compaginas como en mi caso dando clase y entrenando a
deportistas, te permite desconectar por momentos y estar en las dos caras del negocio.
¿Algún reto al que te hayas enfrentado?
Creemos que llevar 16 años dando clase, ya es un reto, pero sobre todo un logro. Hoy en día
mantenerse vivo durante tanto tiempo no es tan fácil. Eso significa que las cosas se están haciendo
bien.
¿Y un objetivo a largo plazo?
Seguir así no estaría mal, nosotros trabajamos con la filosofía de viajar con mochila pequeña. No
queremos ser la escuela más grande del mundo, queremos tener nuestra infraestructura, alumnos y
trabajo bajo control y desde una perspectiva más familiar. ¿Crecer? Siempre, pero no a lo loco y sin
sentido. Hoy en día creo que lo llaman crecimiento sostenible…
¿Existe el profesor de surf perfecto? ¿Cómo es?
A día de hoy el mejor que he conocido se llama Alberto (no porque sea mi jefe… jajajaj). Él ha sido
quien me ha enseñado todo lo que sé de este deporte, pero creo que no soy el único. Muchas
generaciones han quedado marcadas por su forma de enseñar. Al final tampoco se trata ni de mejor
ni peor, si no de llegar y conectar con tus alumnos e intentar ayudarles con lo que tu sabes; si
consigues hacer eso, eres buen profesor.
¿Tu mejor tip para todo alumno?
Ante la duda, rema… jajaja. No ahora fuera de tópicos, yo siempre digo que este es un deporte
complicado en el que todo pasa muy deprisa. Muchas veces, nos subimos a la tabla y no nos
enteramos de nada de lo que pasa mientras vamos de pie. Hay que luchar por ser conscientes de lo
que hacemos en este momento, tomar el control para así poder corregir errores. Si no lo hacemos,
dejaremos que el cuerpo actúe como a él le parece, en vez de nosotros dirigirlo.
¿Algo que todo surfista debería saber?
Todas las reglas básicas de convivencia, prioridades y saber estar. Me parecen esenciales, es como
si un conductor se mete en una autopista sin tener ni idea de las normas de tráfico. Hay que ser
conscientes en todo momento de dónde estamos, qué nivel tenemos y qué debemos hacer en cada
caso.
¿Tu rincón favorito para surfear?
Bastiagueiro, sin duda. No es la mejor playa del mundo, ¡pero es donde mejor me lo paso! Y eso es
lo importante.
¿Cómo dedicas tu tiempo libre?
Pues básicamente a surfear el 80% y el 20% restante a familia, amigos, etc. A veces lo combino,
¿Cómo ves el futuro del surf en Galicia?
A nivel escuelas, yo creo que no hay mucho más recorrido. Pero sí que creo que hay modalidades y
técnicas interesantes que van a dar mucho que hablar. Por ejemplo el surf de olas grandes, motos de
agua (tanto para tow in como para step off), piscinas de olas, etc. Tenemos recursos para todos esos tipos
de nuevas modalidades y mucho recorrido.
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